¿Qué es un esperpento?. Es la deformación sistemática de una realidad, en la que se potencian sus rasgos mas grotescos y absurdos. Estas deformaciones son muy abundantes en los tiempos en los que nos ha tocado vivir, en los que, a diario, podemos observar innumerables esperpentos en el plano internacional, pudiendo considerarlos, en el plano nacional, como una plaga para nuestra "una, grande y libre" España; en la que nos encontramos ante una gran variedad de clases de esperpentos: los más comunes son los políticos, que de la mano de los judiciales, conforman los poderes de nuestro esperpéntico régimen político, pero la cosa no acaba aquí, puesto que al lado de estos esperpentos también nos encontramos con los financieros, los empresariales, los periodísticos e incluso los religiosos, formando todos ellos lo que podemos denominar como “el esperpento nacional”, puesto que, tal y como señalan las palabras del genial dramaturgo Ramón de Valle Inclán, “el sentido trágico de la vida española solo puede mostrarse mediante una estética sistemáticamente deformada”.

sábado, 9 de febrero de 2013

La "alarma social" de nuestro Ministro de Justicia Ruiz-Gallardón

creando alarma social
Así se crea la "alarma social"

El concepto de “alarma social” puede ser definido como la inquietud, el susto o el sobresalto del conjunto de individuos de una determinada comunidad que se deriva de un mal que repentinamente aparece. Lo que no podemos saber es si dicha alarma se produce por el hecho en si mismo o si, por el contrario, se produce debido a la relevancia que le dan los medios de comunicación a dicho hecho, es decir, ¿qué va antes, el huevo o la gallina?, ¿el hecho crea la alarma que los medios difunden o los medios crean la alarma después de que haya ocurrido el hecho?. Sea como sea, la "alarma social" es un elemento que no puede ser controlado por el sujeto al que se le acusa de causarla.

En una sociedad tan diversa y multicultural como la actual, lo que alarma a unos puede resultar indiferente para otros. Una misma acción puede resultar heroica o incluso necesaria para un grupo y ser recibida con adversión porotro. Es decir, la "alarma social" dependerá de la postura, de las creencias o de la ideología del alarmado.

A pesar de tratarse de un concepto sociológico, dicho concepto ha sido utilizado desde hace algún tiempo como un concepto penal, a pesar de que en ninguna ley encontramos una definición que nos explique que se entiende por “alarma social”, es decir, es un concepto sin determinar sobre el que los jueces no se ponen de acuerdo, siendo aplicado por unos y rechazado por otros.

El origen del concepto penal de “alarma social” proviene del concepto alemán de “irritación social” (soziale irritationen), un concepto usado por el régimen nazi para poder encarcelar a los judíos alegando que su presencia generaba irritación y alarma entre la población alemana. El mecanismo que utilizaban era muy sencillo, primero creaban la “irritación social” utilizando para ello los medios masivos de comunicación y propaganda del régimen y a continuación reformaban su Código Penal “en caliente” como presunta respuesta a la irritación social que ellos habían provocado. Con todo esto se conseguía distraer la atención de la ciudadanía de los verdaderos problemas que existían en la Alemania de aquella época, como la crisis, la iflación y el progresivo empobrecimiento de la población.

El ministro de Justicia Ruiz-Gallardón ha justificado la reforma del Código Penal que actualmente se está tramitando debido a lo que el considera “supuestos muy graves de alarma social”, ¿cuales son estos supuestos?, pues aquellos que los medios de comunicación de masas, en connivencia con el Gobierno, consideran alarmantes. Los medios de comunicación se encargan de crear “alarma social” y posteriormente el Gobierno crea o modifica las leyes como respuesta a dicha alarma.

El concepto de “alarma social” en su sentido jurídico-penal no tiene porque coincidir, y de hecho casi nunca coincide, con su sentido sociológico. Por ejemplo, los tres hechos que en la actualidad mas preocupan o “alarman” a la mayoría de los españoles desde un punto de vista sociológico son: el paro, la clase política y la corrupción, sin embargo ninguna de estas preocupaciones son tenidas en cuenta a la hora de realizar la reforma del Código Penal. Entre las mas de 200 modificaciones que pretende realizar el señor Ruíz-Gallardón nos encontramos con ciertos delitos que no se han querido modificar y que, desde mi punto de vista, son la base de la verdadera “alarma social” o preocupación de los españoles desde un punto de vista sociológico.

Los delitos que el Ministro de Justicia no va a modificar para poder seguir manteniendo el actual “status quo” son, entre otros:
  • Delitos de falsificación de documentos públicos, privados y certificados.
  • Delito de blanqueo de capitales.
  • Delitos de prevaricación de autoridades y funcionarios públicos.
  • Delitos por abandono del destino o por la omisión del deber de perseguir delitos por parte de las autoridades y de los funcionarios públicos.
  • Delitos de desobediencia y denegación de auxilio cometido por autoridades y funcionarios públicos.
  • Delitos de infidelidad en la custodia de documentos y violación de secretos realizados por autoridades y funcionarios públicos.
  • Delitos de cohecho de autoridades y funcionarios públicos.
  • Delitos de tráfico de influencias.
  • Delitos de malversación de caudales públicos (este delito si que se modifica, pero para bajar su pena tipo de los 3 a 6 años a una pena de 2 a 4 años).
  • Delito de fraudes y exacciones ilegales cometidos por autoridades o funcionarios públicos.
  • Delito por negocios y actividades prohibidas a funcionarios públicos y autoridades, así como por abusos en el ejercicio de sus funciones.
  • Delitos de corrupción en las transacciones comerciales internacionales
  • Delitos de prevaricación de Jueces y Magistrados.
  • Delitos cometidos por funcionarios públicos contra las garantías constitucionales.
  • Delitos contra los trabajadores (solo se modifica el artículo que hace referencia a trabajadores extranjeros)
  • Delitos sobre la ordenación del territorio y el urbanismo.

Con todo ello estamos llegando a un punto en el que se esta realizando un uso abusivo e inmoderado del derecho penal a la hora de perseguir ciertos delitos, (a pesar de contar ya con uno de los Códigos Penales mas duros de Europa), sin tratar de buscar soluciones “de fondo” para realmente tratar de mejorar nuestra situación actual, creando con ello un estado hipócrita, vengativo, autoritario y patibulario a la par que tiránico que pretende desviar la atención de los ciudadanos de los verdaderos problemas en los que se encuentra el país. ¿Les suena de algo?.


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2 comentarios:

  1. Creo que hace falta despertar, que los, españoles además de darse cuenta de estas manipulaciones. Se den cuenta que es hora de decir basta. Basta de mentiras, como dijo Anguita debemos hacerlo a lo Ghandi. Pacíficamente. No queremos esta clase de política que no es lo mismo que no querer a los políticos. No debemos irnos del país, debemos exigir nuestro derecho constitucional a un trabajo digno. Que sepan que no nos creemos todo lo que nos cuentan. Que España cuenta con una juventud preparada que debe estar en la calle protegiendo derechos, porque los derechos no solo se adquieren se lucha para mantenerlos porque una crisis no es excusa para machacar a la clase media, que es la que realmente mueve económicamente a un país. Una crisis es para realizar cambios contando con todo ese pueblo que es el que lo sufre. Pero eso depende de la gente, del pueblo si no salimos del sofá, y solo nos quejamos de boquilla. Creen que dejaran de robarnos en nuestras narices, creen que buscaran alternativas que en este momento deben ser públicas o mixtas para crear empleo. Yo creo que no, no se ustedes. PB

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  2. Totalmente de acuerdo contigo PB, y creo que poco a poco el pueblo irá espabilando. En mi ciudad estoy viendo mas movilizaciones durante estos dos últimos años que las que hubo desde que tengo uso de razón. Las clases medias tenemos que salir de nuestro letargo y darnos cuenta de que los derechos no caen del cielo y de que una vez que nos los quiten nos va a costar mucho recuperarlos. No basta con que nos quedemos sentados a esperar tiempos mejores con la excusa de que "la crisis ya pasará" porque como sigamos así no digo que no acabemos saliendo de ella pero sin duda nos va a costar muy caro. Saludos y gracias por tu comentario.

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