¿Qué es un esperpento?. Es la deformación sistemática de una realidad, en la que se potencian sus rasgos mas grotescos y absurdos. Estas deformaciones son muy abundantes en los tiempos en los que nos ha tocado vivir, en los que, a diario, podemos observar innumerables esperpentos en el plano internacional, pudiendo considerarlos, en el plano nacional, como una plaga para nuestra "una, grande y libre" España; en la que nos encontramos ante una gran variedad de clases de esperpentos: los más comunes son los políticos, que de la mano de los judiciales, conforman los poderes de nuestro esperpéntico régimen político, pero la cosa no acaba aquí, puesto que al lado de estos esperpentos también nos encontramos con los financieros, los empresariales, los periodísticos e incluso los religiosos, formando todos ellos lo que podemos denominar como “el esperpento nacional”, puesto que, tal y como señalan las palabras del genial dramaturgo Ramón de Valle Inclán, “el sentido trágico de la vida española solo puede mostrarse mediante una estética sistemáticamente deformada”.

miércoles, 13 de febrero de 2013

¿Crees que los bancos te roban?. Descubre como lo hacen y como darle la vuelta.


Ayer comenzaba el juicio contra Enric Durán, el activista catalán que en el año 2008 realizó lo que el denomina una “expropiación” de 492.000 € a la banca mediante la obtención de 68 operaciones de crédito con 39 entidades bancarias distintas. Todo el dinero “expropiado” ha ido a parar a diferentes proyectos sociales que no podrían haberse realizado sin esa ayuda económica.

Se trata de una acción de desobediencia civil contra las entidades bancarias. Su objetivo es el de convertir su juicio en un juicio popular a la banca y todo lo que esta representa, denunciando las actuales políticas de “socialismo” para los ricos y “capitalismo” para los pobres que salvan las inversiones de los más ricos con dinero público mientras cientos de personas están perdiendo sus casas y sus puestos de trabajo.

Enric fue detenido el día 17 de marzo de 2009 en la central de la Universidad de Barcelona (que en aquel momento se encontraba ocupada por los estudiantes del movimiento anti-bolonia) mientras presentaba el nuevo periódico “Podemos! vivir sin capitalismo”. La fiscalía, representando a 19 de las 39 entidades financieras afectadas, solicitó su prisión preventiva sin fianza teniendo en cuenta que “los hechos son graves” y que “existe riesgo de fuga”; sin embargo, Enric argumenta que: “Los bancos se atreven a calificar mi acción como grave cuando en su creación de dinero sin base real y su alocada especulación financiera ha supuesto que hayan necesitado préstamos con dinero público por una cantidad 100.000 veces mas grande que la que se me reclama; que el paro haya llegado al 17 % de la población activa y que continúe subiendo, que millones de personas estén perdiendo propiedades y cerrando negocios al no poder afrontar sus deudas, quedando condenados a la morosidad de por vida. Grave es pues, la situación a la que nos ha llevado la banca como punta de lanza de un sistema caduco, que navega camino del barranco. Mi acción solo ha sido una manera de ponerlos sobre la mesa, una acción recordemos, que los mismos bancos que ahora me acusan le restaban importancia o desmentían en septiembre cuando lo hice público y creían que era posible silenciarnos”. Tras pasar 65 días encarcelado sin ser juzgado, un auto de la Audiencia Provincial de Barcelona considera excesiva la medida de prisión provisional sin fianza e impone a Enric una fianza de 50.000 euros.

Ahora Enric se enfrenta a una pena de 6 años de prisión por un presunto delito continuado de falsedad en documento mercantil y a 2 años de prisión por un presunto delito de insolvencia punible. Delitos que más parecen realizados por un ejecutivo o consejero de una entidad financiera o por un político que por un activista social. De hecho cabe recordar los también presuntos delitos de falsedad documental en relación a sus cuentas, cometidos por entidades financieras como la Caja de Ahorros del Mediterráneo, Bankia, Caja de Castilla la Mancha, Nova Galicia Banco, Caixa del Penedés, Caja de España, Banco de Valencia; o por Comunidades Autónomas como las de Madrid, Valencia o Castilla León a la hora de calcular su deudas o sus déficit. Lo único que ha hecho Enric es enfrentarse a estas entidades usando sus mismas armas.

¿En que se diferencia la acción realizada por Enric de estas acciones realizadas tan a menudo por los grupos financieros y políticos?. En este sentido podemos considerar que la acción de Enric se encuentra exenta de responsabilidad penal, puesto que el artículo 20 de nuestro Código Penal establece que quedarán exentos de responsabilidad penal aquellos que “en estado de necesidad, para evitar un mal propio o ajeno, lesione un bien jurídico de otra persona o infrinja un deber, siempre que concurran los siguientes requisitos: Primero, que el mal causado no sea mayor que el que se trata de evitar. Segundo, que la situación de necesidad no haya sido provocada intencionalmente por el sujeto. También quedará exento de responsabilidad penal “el que actúe en cumplimiento de un deber o en el ejercicio legítimo de un derecho, oficio o cargo”. En este supuesto no cabe duda de que la acción ejercida es debida a un estado de necesidad ajeno, la crisis de la sociedad actual y el futuro de las generaciones venideras. El mal causado (un perjuicio de 492.000 euros a diversas entidades financieras) no es mayor que el que se pretende evitar (que los bancos, rescatados con miles de millones de euros de dinero público, sigan llevando a cabo ejecuciones hipotecarias condenando a miles de personas a la pobreza mas absoluta e incluso al suicidio). Y finalmente la situación de necesidad no ha sido provocada por Enric, sino que su origen se encuentra en el actual funcionamiento de las entidades bancarias respaldado por la clase política. Con todo ello podemos considerar que Enric esta actuando por el cumplimiento de un deber, el deber de hacer lo que esté a su alcance como activista social y como persona para sensibilizar sobre los aspectos mas críticos de nuestro presente.

No podemos consentir que nos digan que la deuda pública de España ascienda a 1,8 billones de euros cuando de esta cantidad un billón corresponde a deuda privada de bancos y grandes corporaciones que con la complicidad del Estado nos la han colocado como deuda pública de todos los ciudadanos.

No podemos consentir que se endeude a la ciudadanía con 100.000 millones de euros para destinarlos a los bancos españoles para que paguen sus deudas a los bancos europeos mientras nos encontramos cada vez con mas personas por debajo del umbral de la pobreza.

No podemos consentir que los bancos para simular su solvencia hayan colocado cantidades ingentes de participaciones preferentes entre los pequeños ahorradores y ahora se nieguen a devolverles su dinero.

No podemos permitir que los responsables de este robo realizado con violencia institucional, al que llaman crisis, sean recompensados con indemnizaciones millonarias pagadas con el dinero de nuestros impuestos.

No podemos consentir que con nuestro dinero el Estado avale 90.000 millones de euros del banco malo para que compre todos los activos tóxicos de los bancos privados, cuando nuestro país lo que necesita son políticas de vivienda social.

No podemos consentir que los bancos con el dinero público que el Estado les prestó a un 1% de intereses para que reactivaran el crédito compren deuda pública del Estado a un 5% o a un 6% de intereses, especulando y lucrándose con el nuestro dinero.

Esperemos que finalmente Enric salga absuelto de este proceso y que su acción sirva para demostrar la culpabilidad de banco y políticos en la creación de la crisis actual. Si finalmente resulta condenado, esperemos que la justicia sea igual para todos y que ciertos banqueros y ciertos políticos vayan con él a la cárcel. Sin embargo, en este sentido, no debemos olvidarnos de las palabras pronunciadas de Gabriela Bravos, portavoz del Consejo General del Poder judicial cuando decía aquello de que “No todos los imputados son iguales” ante la ley.


Fuentes:





sábado, 9 de febrero de 2013

La "alarma social" de nuestro Ministro de Justicia Ruiz-Gallardón

creando alarma social
Así se crea la "alarma social"

El concepto de “alarma social” puede ser definido como la inquietud, el susto o el sobresalto del conjunto de individuos de una determinada comunidad que se deriva de un mal que repentinamente aparece. Lo que no podemos saber es si dicha alarma se produce por el hecho en si mismo o si, por el contrario, se produce debido a la relevancia que le dan los medios de comunicación a dicho hecho, es decir, ¿qué va antes, el huevo o la gallina?, ¿el hecho crea la alarma que los medios difunden o los medios crean la alarma después de que haya ocurrido el hecho?. Sea como sea, la "alarma social" es un elemento que no puede ser controlado por el sujeto al que se le acusa de causarla.

En una sociedad tan diversa y multicultural como la actual, lo que alarma a unos puede resultar indiferente para otros. Una misma acción puede resultar heroica o incluso necesaria para un grupo y ser recibida con adversión porotro. Es decir, la "alarma social" dependerá de la postura, de las creencias o de la ideología del alarmado.

A pesar de tratarse de un concepto sociológico, dicho concepto ha sido utilizado desde hace algún tiempo como un concepto penal, a pesar de que en ninguna ley encontramos una definición que nos explique que se entiende por “alarma social”, es decir, es un concepto sin determinar sobre el que los jueces no se ponen de acuerdo, siendo aplicado por unos y rechazado por otros.

El origen del concepto penal de “alarma social” proviene del concepto alemán de “irritación social” (soziale irritationen), un concepto usado por el régimen nazi para poder encarcelar a los judíos alegando que su presencia generaba irritación y alarma entre la población alemana. El mecanismo que utilizaban era muy sencillo, primero creaban la “irritación social” utilizando para ello los medios masivos de comunicación y propaganda del régimen y a continuación reformaban su Código Penal “en caliente” como presunta respuesta a la irritación social que ellos habían provocado. Con todo esto se conseguía distraer la atención de la ciudadanía de los verdaderos problemas que existían en la Alemania de aquella época, como la crisis, la iflación y el progresivo empobrecimiento de la población.

El ministro de Justicia Ruiz-Gallardón ha justificado la reforma del Código Penal que actualmente se está tramitando debido a lo que el considera “supuestos muy graves de alarma social”, ¿cuales son estos supuestos?, pues aquellos que los medios de comunicación de masas, en connivencia con el Gobierno, consideran alarmantes. Los medios de comunicación se encargan de crear “alarma social” y posteriormente el Gobierno crea o modifica las leyes como respuesta a dicha alarma.

El concepto de “alarma social” en su sentido jurídico-penal no tiene porque coincidir, y de hecho casi nunca coincide, con su sentido sociológico. Por ejemplo, los tres hechos que en la actualidad mas preocupan o “alarman” a la mayoría de los españoles desde un punto de vista sociológico son: el paro, la clase política y la corrupción, sin embargo ninguna de estas preocupaciones son tenidas en cuenta a la hora de realizar la reforma del Código Penal. Entre las mas de 200 modificaciones que pretende realizar el señor Ruíz-Gallardón nos encontramos con ciertos delitos que no se han querido modificar y que, desde mi punto de vista, son la base de la verdadera “alarma social” o preocupación de los españoles desde un punto de vista sociológico.

Los delitos que el Ministro de Justicia no va a modificar para poder seguir manteniendo el actual “status quo” son, entre otros:
  • Delitos de falsificación de documentos públicos, privados y certificados.
  • Delito de blanqueo de capitales.
  • Delitos de prevaricación de autoridades y funcionarios públicos.
  • Delitos por abandono del destino o por la omisión del deber de perseguir delitos por parte de las autoridades y de los funcionarios públicos.
  • Delitos de desobediencia y denegación de auxilio cometido por autoridades y funcionarios públicos.
  • Delitos de infidelidad en la custodia de documentos y violación de secretos realizados por autoridades y funcionarios públicos.
  • Delitos de cohecho de autoridades y funcionarios públicos.
  • Delitos de tráfico de influencias.
  • Delitos de malversación de caudales públicos (este delito si que se modifica, pero para bajar su pena tipo de los 3 a 6 años a una pena de 2 a 4 años).
  • Delito de fraudes y exacciones ilegales cometidos por autoridades o funcionarios públicos.
  • Delito por negocios y actividades prohibidas a funcionarios públicos y autoridades, así como por abusos en el ejercicio de sus funciones.
  • Delitos de corrupción en las transacciones comerciales internacionales
  • Delitos de prevaricación de Jueces y Magistrados.
  • Delitos cometidos por funcionarios públicos contra las garantías constitucionales.
  • Delitos contra los trabajadores (solo se modifica el artículo que hace referencia a trabajadores extranjeros)
  • Delitos sobre la ordenación del territorio y el urbanismo.

Con todo ello estamos llegando a un punto en el que se esta realizando un uso abusivo e inmoderado del derecho penal a la hora de perseguir ciertos delitos, (a pesar de contar ya con uno de los Códigos Penales mas duros de Europa), sin tratar de buscar soluciones “de fondo” para realmente tratar de mejorar nuestra situación actual, creando con ello un estado hipócrita, vengativo, autoritario y patibulario a la par que tiránico que pretende desviar la atención de los ciudadanos de los verdaderos problemas en los que se encuentra el país. ¿Les suena de algo?.


Documentos de interés:

martes, 5 de febrero de 2013

El derecho al agua tiene precio

El agua es considerado un derecho humano

Las tres cuartas partes de nuestro planeta están cubiertas por agua, un 97,5 por ciento agua salada y solo un 2,5 por ciento agua dulce. Mientras que el agua dulce es abundante en ciertas partes del planeta, cada vez se hace más evidente su escasez a nivel global, y lo que es aún peor, el porcentaje de agua potable, es decir, de agua dulce que los humanos podemos consumir sin poner en peligro nuestra salud, es cada vez más reducido en condiciones naturales debido a la contaminación.

En la actualidad existen más de 1000 millones de personas en el mundo que no tienen acceso al agua potable, a pesar de que dicho acceso es reconocido por la O.N.U. como un derecho humano desde el año 2009. La escasez de agua dulce a nivel global está generando un lucrativo negocio para algunas empresas. Hoy en día es posible comprar por Internet el agua de algunos ríos latinoamericanos, por ejemplo del río Paraná. El negocio es muy sencillo y lucrativo, los grandes buques mercantes llegan a los puertos latinoamericanos, descargan sus mercancías, después ascienden por las desembocaduras de los ríos, abren sus compuertas, y llenan sus lastres con agua dulce. Posteriormente estos buques venden el agua que cargaron como lastre en África o en Oriente Medio, donde se pueden llegar a pagar hasta 2 millones de euros por las 70.000 toneladas que puede almacenar un buque mercante de tamaño medio en su lastre. Se trata por lo tanto de un negocio redondo y sin riesgo, a pesar de estar comercializando un recurso indispensable para las personas, a la par que un derecho humano.

En España, el derecho al agua también se está convirtiendo en un negocio en manos de unas pocas empresas privadas al estar multiplicándose de forma alarmante los procesos de privatización de los suministros de agua potable, lo que significa que a pesar de que el agua sigue siendo pública, la gestión de su suministro es adjudicada a una empresa privada, con lo que estas empresas logran hacerse con un mercado local sin ningún tipo de competencia, es decir, un monopolio con unos clientes seguros y permanentes.

Podemos pensar que para escapar del monopolio de las empresas que suministran el agua potable basta con que (las personas que puedan) tengan su propio pozo escavado en sus propiedades con el que poder auto-abastecerse. Sin embargo esta no dejaría de ser una solución provisional porque no debemos olvidar que el agua, al tratarse de un bien público, es propiedad del Estado, por lo que debido a su creciente escasez, el Estado acabará echando mano de esos acuíferos ubicados bajo propiedades privadas, con lo que finalmente muchas personas tendrán que pagar por el agua que se extraiga de lo que hasta ahora consideraban “sus pozos”. Asimismo, dando otra vuelta de tuerca, y debido al proceso de privatización de la gestión del agua que comentaba en el párrafo anterior, podemos llegar a una situación en la que los propietarios tengan que pagar a empresas privadas para poder extraer el agua que se encuentra bajo sus propiedades.

La escasez de agua dulce en nuestro planeta no es un problema técnico, sino político, puesto que hoy en día contamos con un nivel de tecnológico tan avanzado que se podría acabar dicha escasez de existir voluntad política para hacerlo. El periodista, escritor e inventor Alberto Vazquez-Figueroa hace años que patento un sistema de desalinización del agua del mar con el que si existiera la voluntad de hacerse, podría abastecer de agua potable a muchas regiones del planeta en las que actualmente dicho bien escasea. Este escritor, en relación con su proyecto, hacía la siguiente reflexión: “Si deseas saber cuál será el nivel de aceptación de tu invento (o proyecto), no te preguntes a quién beneficia, sino pregúntate a quién perjudica, porque del poder del perjudicado dependerá que salga adelante o no”. Llegados a este punto nos preguntamos ¿A quién le pude interesar que no haya agua dulce gratuita para todo el mundo?, pues, por un lado a las empresas embotelladoras de agua supuestamente “de manantial”, que hacen negocio vendiendo el agua potable, en ciertas ocasiones, a un precio muy superior al de la gasolina. Y por el otro lado a las grandes multinacionales que se dedican al negocio del agua, como por ejemplo las francesas Suez Environnement, Vivandi Environnement o Lyonnaise des eaux, que generan ganancias multimillonarias en casi todos los países del mundo gracias a la escasez de agua.

Nos cuenta Alberto Vázquez-Figueroa que en Las Palmas de Gran Canaria existe un gran problema con los restos de boro que dejan en el agua las actuales desaladoras, por lo que hoy en día los canarios no pueden beber el agua del grifo e incluso tienen que cocinar con agua embotellada. En cierta ocasión, el escritor se reunió con el director regional de la multinacional francesa que gestiona el agua en las Islas Canarias y con el por aquel entonces alcalde de Las Palmas, Manuel Soria . En aquella reunión, tras exponer y argumentar el escritor la posibilidad de obtener agua realmente potable, sin restos de boro, por la cuarta parte del precio que les estaba costando en ese momento obtenerla, el director de la empresa le advirtió que nunca permitiría que eso ocurriese en Las Canarias. La explicación a esta negativa fue muy sencilla: en ese momento estaban desalinizando el agua a unos 60 céntimos de euro por metro cúbico, para venderla, aplicando un margen del cien por cien de beneficios a algo más de 1,20 euros (al doble de lo que les cuesta obtenerla); sin embargo, de obtener la empresa el agua por ejemplo a 30 céntimos, dado que sus ganancias se calculan aplicando un margen sobre el precio de producción, solo podrían venderla a 60 céntimos por metro cúbico, con lo que la empresa estaría perdiendo 60 céntimos por cada metro cúbico de agua; es decir, si la empresa produce el agua más barata, y posteriormente la suministra también más barata, perdería millones de euros, algo impensable desde el punto de vista de la lógica capitalista a pesar de que de ese modo se consiguiera un acceso total al agua potable para toda la población. Como punto final, el director de la compañía añadió: “Ni los consumidores ni los agricultores son mi problema, son problema del gobierno. Mi problema es que mis accionistas reciban la mayor cantidad de dinero posible; te lo digo para que lo entiendas claramente, porque así es la vida”.

Fuentes:

Bancos y grandes constructoras cambian el ladrillo por el agua 

Argentina: buques toman agua del río Paraná y la venden a granel

Alberto Vázquez- Figueroa – Siete vidas y media